Nuevo miembro para la gama del Mercedes AMG GT, se trata del Mercedes-AMG GT S Roadster. En 2016 se estrenaron las versiones descapotables del Mercedes-AMG GT, quedando la gama compuesta por un GT Roadster con 476 CV y una versión GT C Roadster de 557 CV. Este modelo viene a ocupar el hueco entre los dos Roadster que ya existen con un motor V8 Biturbo más potente que el de su versión Coupé.
En la estética no hay tanta novedad con respecto a otros Mercedes-AMG Roadster. Presenta una calandra “Panamericana” y unas preciosas llantas de 10 radios de hasta 20 pulgadas de diámetro. En cuanto al nivel mecánico, comprarte motor 4.0 V8 Biturbo con sus hermanos de gama, con la diferencia de que en este caso le acompañan 522 CV de potencia, 12 CV más que el Mercedes-AMG GT S de carrocería Coupé. Tiene además una velocidad punta de 308 km/h y es capaz de acelerar de 0 a 100 en 3,8 segundos.
Además, comparte con el Mercedes-AMG GT C Roadster un diferencial autoblocante de control electrónico, una suspensión adaptativa electrónica AMG Ride Control y un sistema de escape Performance, con válvulas de mariposa para un sonido variable.
Lo mismo ocurre con el tren de frenado, compuesto de serie por discos delanteros de 390 mm de diámetro y pinzas de seis pistones. Opcionalmente puede montar un equipo de frenado carbonocerámico con discos delanteros de 402 mm de diámetro. El selector de modos AMG Dynamic Select cuenta con un modo adicional Race con respecto a los cuatro modos del Mercedes-AMG GT Roadster de acceso. AMG nos dejará equipar en este GT S Roadster un paquete exterior en fibra de carbono, así como un paquete estético de tonos oscuros llamado AMG Night Package. No obstante, el más interesante es el AMG Dynamic Plus.
En este paquete disfrutamos de tacos de motor activos, una dirección más directa, detalles en color amarillo en interior e instrumentación, así como la posibilidad de montar el sistema de cuatro ruedas directrices del GT C – una opción que todos los propietarios deberían escoger, en mi opinión.